Britney Spears cierra un año récord para los megaeventos en Chile.
domingo 20 de noviembre de 2011
Britney Spears cierra un año récord para los megaeventos en Chile
Las cifras de inversión, público y cantidad de eventos superan a las temporadas anteriores. También se registra la entrada más cara.
D. Lagos / C. Vergara
Pasaron Justin Bieber, U2, Pearl Jam y Paul McCartney, se hicieron dos festivales con decenas de artistas cada uno, y a poco más de un mes del fin de 2011, la temporada de megaeventos que abrió Shakira el 10 de marzo, todavía no ha terminado. Aún queda una última deuda: la de Britney Spears con su fanaticada chilena, que podrá verla por primera vez en vivo el martes 22, en el Estadio Nacional.
Luego de eso, todavía quedará una quincena de eventos de menor convocatoria -que también fueron más que ningún otro año-, pero se habrá cerrado el año más movido en Chile en cuanto a megaconciertos (espectáculos con convocatoria superior a las 35 mil personas). En ese escenario, la reapertura del Estadio Nacional en octubre de 2010, jugó un rol clave, ya que ahí se hizo más del 60% de los grandes recitales de 2011, que podrían haberse saltado el paso por Santiago si el recinto no hubiera estado disponible. Fue lo que ocurrió con Coldplay y AC/DC en 2010.
Este año, con el mayor coliseo del país disponible, fueron 11 los eventos de convocatoria multitudinaria, incluyendo los festivales Lollapalooza y Maquinaria. En 2010 la suma llega a seis, contabilizando la primera versión del festival rockero de Club Hípico. Y si se mira cinco años atrás, la cifra baja a tres grandes nombres, dos de los cuales volvieron este año: Shakira, que reunió 55 mil personas, y U2, que congregó a 77 mil. El tercero de 2006 fue Robbie Williams.
Junto con este aumento en la cantidad de recitales de alta masividad, viene una lógica alza de la cantidad de personas que asistieron a ellos: estimando que serán 45 mil personas las que verán el martes a la llamada "princesa del pop", la cifra de 2011 llegará a 623 mil espectadores sólo en megaeventos. En 2010 la suma llega a 274 mil.
Por todo esto, en 2011 las productoras han invertido un total de US$ 32 millones en traer artistas a megaeventos, por lejos la mayor cantidad de dinero desembolsado en la última década en la industria nacional de los espectáculos en vivo. Hay dos factores clave que explican la marca. Primero, en esta temporada se levantaron dos festivales con una extensión y un volumen de invitados que hasta ahora calificaba de inédito en el país, los ya mencionados Lollapalooza (US$ 10 millones) y Maquinaria (US$ 4 millones).
Segundo, en 2011 coincidieron en la capital tres de los números más caros del circuito: McCartney (US$ 3.5 millones), Bieber (US$ 3 millones) y U2 (US$ 3 millones). Un triunvirato al que sólo habría que agregar estrellas como Lady Gaga, que hoy se empina por los US$ 4 millones por presentación. En 2010, el promedio de dinero gastado en megaconciertos ascendió a US$ 15 millones, casi la mitad de la actual temporada, y con Rush (cerca de US$ 1.8 millones) y Metallica (US$ 2 millones) como los más onerosos.
Y aunque podría pensarse que este año es el que marcará la pauta de cómo seguirá funcionando el mercado, esta misma alta inversión es uno de los factores que llevan a los productores a pensar que el asunto no será así, sino que se llegó a un techo, e incluso a cifras que superan la realidad del mercado local. "Hoy, hay mucha más oferta que demanda. Somos un mercado pequeño, que no tiene la capacidad de solventar tantos megaeventos, por lo que, en las temporadas que vienen, el promedio de conciertos en sitios grandes no va a pasar de seis a siete, que es el registro histórico. Además, hay que diferenciar entre la cantidad de eventos que hay y la cantidad de boletos cortados", puntualiza Francisco Goñi, gerente de la productora Time for Fun.
Sus colegas están de acuerdo: el sentir común es que el estado del mercado chileno es "preocupante" y que la cantidad de shows sólo demuestra un alto volumen de conciertos, pero en sólo algunos casos hay ganancias acordes con la alta tarifa que cobra un crédito que llega a recintos como el Nacional o el Monumental. Jorge Ramírez, de Multimúsica, es más directo frente al tema: "Aquí hay dos veredas. Una de cantidad y otra de cualidad. En el análisis, no más del 50% de los shows que se hicieron cumplieron con las expectativas económicas de quienes los manejaron. Eso sucede porque en Chile los artistas aún pueden aspirar a remuneraciones que no les pagan en otros lados".
Ese desbalance en las remuneraciones a los artistas también se traspasa a los espectadores: Chile suele tener tickets más caros que los demás países de América Latina y este año se llegó a un precio récord de $ 1 millón con Paul McCartney, en una entrada que se vendía directamente a través de su sitio web.
"Hay que ver cómo se estabiliza el mercado, pero la calidad siempre prevalece y es sinónimo de éxito; frente a buenos artistas la gente hace un esfuerzo", analiza Carlos Geniso, cabeza de DG Medios, con algo más de optimismo; algo que también considera Leonardo Valeria, el productor responsable del festival Maquinaria: "Todavía hay espacio para armar proyectos entretenidos y jugársela por traer a bandas distintas".
Otro factor que puede ser indicador de un futuro freno en esta fiebre de megaeventos, es el hecho de que en los últimos años se han pagado muchas de las deudas históricas de grandes artistas: vinieron Rush, Madonna y Radiohead, y la lista de deseos musicales aún no completados se acorta, aún liderada por The Cure. Frente a esto, la opción para megaeventos descansa sobre todo en la capacidad que tengan las productoras de traer a los artistas jóvenes que están en su momento peak, como lo que ocurrió este año con Justin Bieber. "Cada vez es más difícil encontrar artistas para estadios como el Nacional. Ya casi ni hay, salvo los cuatro a cinco que faltan por venir. Pero hay otros que no volverían a llenar un estadio. En tal sentido, habrá cada vez menos Nacionales y más arenas", analiza Gabriel Bursztyn, director ejecutivo de la productora Fénix.
Los que vienen en 2012
Para el próximo año ya hay siete conciertos anunciados entre enero y mayo, dos de los cuales serán de alta convocatoria: Roger Waters , que actúa el 2 y 3 de marzo en el Estadio Nacional, con su gira The Wall, y la segunda edición del festival Lollapalooza, que mañana anunciará un cartel liderado por Foo Fighters, y que se realizará el 31 de marzo y el 1 de abril en el Parque O'Higgins, mismo recinto que utilizó este año para el evento.
Otros nombres que están en las carpetas de las productoras locales son los de Lady Gaga y Radiohead, que tienen giras mundiales anunciadas para 2012. En el caso de la chica de Bad romance, ella misma especificó que está entre sus próximos planes viajar a Latinoamérica.
No comments:
Post a Comment